La parte correspondiente a los vinos espumosos con respecto a la producción total de vino también ha aumentado significativamente estos últimos años. Mientras que en el año 2000 el espumoso no representaba más que el 4% de la producción mundial de vinos, en 2013 ha sobrepasado el 7%.
La producción de vinos espumosos se diversifica: mientras que en 2000, el 74% de los vinos espumosos era producido por cuatro países de la UE (Francia, Italia, Alemania y España), en el año 2013 estos países no aportan más que el 63%.
Francia sigue siendo el principal país productor, con 3,5 millones de hectolitros producidos en 2013.
El champagne representa, por sí mismo, más del 15% de los vinos espumosos producidos en el mundo.
Italia con 3,2 millones de hectolitros es el segundo país productor. Su producción ha experimentado un importante progreso en estos últimos diez años, 22% más en relación a 2002. Alemania, con 2,6 millones de hectolitros se encuentra en la tercera posición, los vinos espumosos representan el 31% de su producción vinícola. Por su parte, España produce 1,8 millones de hectolitros.
Si bien la producción de este tipo de vinos sigue concentrada en Europa occidental, los países de Europa del Este, así como también Australia y Estados Unidos, adquieren mayor importancia. En estos países, la producción de vinos espumosos ha aumentado notablemente en los últimos diez años (29% más en Australia, 25% más en Estados Unidos e incluso se ha triplicado en Argentina con un 198% y en Brasil, con un 248%).
Fuente: www.eldiariodecuyo.com.ar